Bizitzaren plazerrak. Ez utzi jolasteari! ¡No dejéis de jugar! Nunca.Pieter Bruegelen umeen joko-jolasak 1560tik 2017ra ibilbidea, 10 urte




 

AYER Y HOY : Los juegos y el jugar
Capta nuestra mirada la obra "Juegos infantiles" , pintura de Pieter Bruegel del año 1560, invitándonos a un juego. Guardando distancia se tiene la percepción de la globalidad de la propuesta: los niños de una aldea, jugando. Al acercarnos, hacemos foco en cada uno de los juegos.
¿Qué vemos?
Estudiosos de este pintor flamenco del siglo XVI, destacan que en esta obra Bruegel representó alrededor de doscientos cincuenta niños en ochenta y cuatro juegos, no encontrándose antecedente de este “catálogo de juegos”. Este cuadro es el primero de la incompleta serie que el artista llamó Las edades del hombre. “Hasta ese momento la infancia no había sido tema de relevancia en la historia de la pintura occidental, ni tampoco en la historia del pensamiento. La infancia no se consideraba una fase de la vida con necesidades propias”.
¿Con qué juegan esos niños? Con trozos de madera, telas, huesos, aros, barriles, con el cuerpo. ¿A qué juegan? Al “gallito ciego”, ”la cinchada”, “el tinenti o la payana”, “la hamaquita de oro”, “piedra / papel o tijera”, “las escondidas”, ”las bolitas”, “el distraído”. Y otros juegos como danzar, hacer un tren, pruebas con aros, mecerse sobre un barril, hacer la vertical, el rol, trepar a un árbol, saltar el rango, girar el trompo, montar un caballito de madera, cabalgar sobre la cerca, hacer piruetas sobre la barra, andar sobre zancos, atrapar una sortija, acunar un muñeco, equilibrar con los dedos un palo, lanzar piedras, luchar. Y también parece haber algunos niños actuando, otros observando como espectadores. Unos parecen jugar con pinturas, otros hacen de vendedores. Algunos se bañan en un arroyo. Unos juegan solos, otros en grupo, otros miran jugar.
Lo interesante de esta obra es que Bruegel plasmó en la tela ese preciso momento en el que se está jugando, y como dice la escritora Graciela Montes, “cuando se juega se está en otra parte. Se cruza una frontera”. Esa es la sensación al estar frente a esta pintura, en la que inmediatamente estamos cruzando el umbral, siendo invitados a jugar, encontrándonos entre los juegos.seguir leyendo

Ez diogu jolasteari uzten zahartzen garelako, zahartzen gara jolasteari uzten diogulako.

No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar.

Os presento a alguien que piensa que no se puede saltar ese pequeño placer de la vida.




Afortunadamente hay lugares donde los adultos no han dejado de saltar
los charcos y por ende de disfrutar de esos placeres de la vida. Porque jugar no tiene edad.


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