Las bolillas son objetos pequeños y redondos usados principalmente
como juguetes por los niños. Generalmente tienen alrededor de 2,5
centímetros de diámetro y muchas veces están brillantemente coloreadas o
con otro tipo de decoración. Su origen como objeto recreacional se
remonta a varios miles de años atrás, y hay evidencias que, de los
primitivos juegos practicados con ellas en la antigüedad evolucionaron
deportes que ahora conocemos como bowling, billar o pinball (flipper).
Además, las bolillas poseen algunos usos industriales, como las que
se colocan en el interior de las latas de pintura en aerosol por
ejemplo. También son derretidas para fabricar fibra de vidrio, utilizada
luego en automoviles, como aislante térmico, etc.
Historia.
Pequeños objetos redondeados han sido desenterrados en excavaciones
de civilizaciones antiguas alrededor de todo el mundo. Su antecesor
probablemente hayan sido nueces pulidas suavemente por los jóvenes de
antiguas civilizaciones. Tanto los jóvenes de la cultura Griega, como
los de la Romana jugaban con pequeñas bolas hechas de arcilla, y algunas
bolillas fueron descubiertas en la tumba del joven faraón Tutankamón.
En Norteamérica, objetos de piedra y arcilla han sido descubiertos en
excavaciones en diversos sitios. Uno de los más conocidos es Hopewell,
en Ohio, EEUU.
En épocas más cercanas, como la Edad Media, los juegos con bolillas
continuaron siendo populares entre los jóvenes, aunque muchas veces
quienes los practicaban eran vistos como delincuentes y perseguidos a
causa de ello.
La mayoría de las bolillas utilizadas en la época medieval e isabelina continuaban siendo de arcilla.
Alrededor del año 1600, en molinos de agua en Alemania, se empezaron
a producir versiones pulidas hechas de mármol y alabastro, aunque
pronto se empezaron a fabricar de ágata, piedra caliza u otras piedras
preciosas. A través de modernas técnicas llegaron a producirse alrededor
de 800 por hora, y Alemania se convirtió en el centro de ésta
industria.
Las bolillas de vidrio, la versión más común hoy en día, sólo se
comenzaron a fabricar recientemente y hay un debate acerca de si
aparecieron por primera vez en Venecia, donde el soplado de vidrio se
había convertido en una próspera industria desde el siglo IX, o en
Alemania. Los historiadores apuntan al año 1846, cuando aparece por
primera vez una herramienta llamada "marbelschere", en manos de un
empleado de una fábrica de vidrio, la cual constaba de dos varillas, una
con una pequeña copa en un extremo, y la otra con una punta diseñada
para hacer resbalar, o deslizar, el vidrio fundido dentro de la copa de
la primera, ayudando así a dar forma redondeada a la bolilla. Luego los
objetos eran enfriados en barriles de madera, retirados de ahí con
cucharas metálicas y colocadas en un horno para su cocción final, con lo
que se lograba un producto final que difícilmente se rompía.
En 1900, el estadounidense Martin Frederick Christensen recibió una
patente por una máquina que lograba esferas de acero casi perfectas, y
así su compañía producía 10.000 bolillas por día y contaba con 33
empleados para 1910, prosperando hasta la Primera Guerra Mundial, cuando
el racionamiento de gas (el cual daba energía a la maquinaria) dió por
tierra con sus finanzas.
La compañía Akro Agate, de Akron, Ohio, se convirtió en la próxima
empresa exitosa en la industria de las bolillas, hasta que un par de
décadas después, juguetes más sofisticados fueron quitando lugar a las
bolillas en la preferencia de los niños, haciendo que las empresas se
volcacen a la industria del vidrio y la fabricación de parabrisas.
Hoy en día la fabricación de bolillas rompe todos los récords en
cuanto a cantidad, siendo la empresa mexicana Valcor, en Guadalajara, la
más grande del mundo, y produciendo 12 millones de unidades al día.
Materiales.
Las bolillas modernas son una combinación de arena, cal, silicio, y
varios otros ingredientes agregados para pigmentación o decoración.
Éstos otros aditivos varían desde hidrato de aluminio hasta óxido de
cinc. El componente principal, la arena, son particulas granulares,
sueltas de piedra molida. La cal utilizada es una mezcla de hidróxido de
calcio e hidróxido de potasio y actúa como agente secador y absorbente
de dióxido de carbono. El silicio es un cristal blanco o translúcido
encontrado en el ágata, el pedernal, el cuarzo y otras rocas.
Proceso de fabricación.
Fundido: La arena, la cal y el calcín (fragmentos de vidrio) son
introducidos en un horno de fundición, donde son calentados a 1260
grados Celsius para ser derretidos. Éste proceso puede durar hasta 28
horas.
Inyección: A continuación, la mezcla se mueve fuera del horno de
fundición hacia otro recipiente conocido como tanque de flujo. Allí, por
una abertura en éste tanque se inyecta vidrio coloreado fundido. Éste
vidrio caliente y pigmentado le dá a las bolillas su apariencia
distintiva. Una bolilla verde contiene óxido de hierro, una azul,
cobalto y una violeta, manganeso. El uso de óxido de uranio les dá una
apariencia amarillo-verdosa. La velocidad y la fuerza de la inyección
determinan el diseño final de la bolilla. Un dispositivo patentado por
la compañía Akro Agate, permite la creación de bolillas con patrones
tipo "sacacorchos" multicolores.
Cortado y enfriado: A continuación, el vidrio aún fundido sale del
tanque de flujo como una pasta de vidrio. Cortadoras automáticas la van
cortando en piezas iguales. Las pequeñas porciones de pasta van
circulando por rampas metálicas que simultáneamente las enfrían y las
van redondeando. De allí pasan a una segunda rampa donde se las va
acomodando manualmente. Las bolillas defectuosas se separan y se vuelven
a fundir. Las que pasan el control de calidad son enfriadas en
contenedores de 19 litros que contienen alrededor de 5000 unidades cada
uno.